miércoles, 17 de agosto de 2011

PIRATAS

  Vencer es retirarse a tiempo. Se lo escuché a la Pasaban no hace mucho, lo lei en un cuento propio tampoco hace tanto, que escribi en realidad con la mano de Javier, y se lo vi a hacer al mejor Ovett, el del 84, en aquel toque de campana en los Juegos Olimpicos de Los Angeles (recuerdo que me emociona en el mismo grado que me impresiona). A nuestra tripulacion la atacaron los Piratas muy de mañana, y al primer envite perdimos, o creimos perder, a nuestro primer tripulante. El "Palometa" mantuvo a la tripulacion de ánimo a pesar de las heridas que le dejaron los Piratas, pero a nuestra generala las heridas se le hicieron grandes, y a pesar de los vendajes, los torniquetes, y el "rubbing", la perdimos para siempre en el mar embravecido de la tarde. No basto la belleza de las luces del dia, los bosques de mar, los colores, las pequeñas corrientes riachueladas del mar ni ese verde azulado que hace el agua cuando imita el bosque. Ni siquiera la fuerza de Rob y el buen hacer de Alex impidieron la perdida. Vencer es sin embargo retirarse a tiempo, es buscar un proximo vuelo, es el intento, el esfuerzo, el amor, es un grupo unido. La generala se despidio como una Euridice herida ya de muerte, pero se llevo de calle y para siempre el canto de Orfeo, el baile de las piedras y el sueño del Can Cerbero; se llevo una mano y una Anabasis...
  Cuando el primer tripulante herido salio a flote en el horizonte, para nuestra sorpresa, supimos que la tripulacion estaba perdida; no habiamos sido capaces de escapar de los Piratas. Yo hui por las profundidades del agua y de la noche, mientras los Piratas se llevaban a los demas a otras costas...
  Y cuando pude sentarme sobre una piedra a ver pasar el rio, imagine que contaba mi historia a alguien que queria escucharla, y le hablaba, a pesar de todo, de los colores, los olores, el aire, y una frescura sobre los pies destrozados. Despues, como sobre la mesa de un Ulises, me imagine el vino a raudales, la risa, la desmemoria y los abrazos de despedida a los que se habian ido. Por delante, en el horizonte de la noche, solo vi a Filipides...

No hay comentarios:

Publicar un comentario