jueves, 25 de agosto de 2011

TOSANTPS -AGÉS

 Atravesar un lindo bosque de roble y de haya y de pino, y después dejar abierto el mundo hacia esa otra parte. Atapuerca, quizá un hombre capaz de ser faber y habilis y hasta sapiens, que es lo difícil. Dejar que la imaginación, esa perezosa que puede poblarse de mundos con sólo llamarla a la puerta, se pueble de mundos y modos. Perderse en los montes mágicos de los Montes de Oca, con el susurro de las sombras, y a su abrazo, junto el río ciego y una brisa que es aire. Imaginar los cuerpos desnudos como si fueran partes de los troncos también desnudos, como si fueran corteza cubierta y manta. Abandonarse a la imaginación y volver y volver una y mil veces al Camino propio.

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