domingo, 21 de agosto de 2011

LOGROÑO-NAVARRETE

¿Existe otro mundo en el mundo que no sea el Camino de Santiago? Es cierto lo que comentas en la entrada anterior, Pepe, ese "veo que ya estás metido en la burbuja". Hay una burbuja en este Camino, como en todas las cosas del mundo. Porque caminar es una forma de ver el mundo, y una forma de ver el mundo tiene un peligro: encontrar gente que lo vea del mismo modo. Algo debe de haber en la forma de conjeturar el mundo que produce una fuerte estructuración de este cuando esa vista coincide con la vista del prójimo. Por eso el grupo humano es peligroso: un ejemplo evidente de esto ha sido recientemente comprobar cómo los aficionados del Madrid eran incapaces de ver el zapatazo de Pepe a Messi (creo que era Messi) en uno de los últimos Barça-Madrid. Algo parecido sucede aquí, desde el momento en que no existe otra cosa que pasos, destinos inmediatos, albergues, y un destino final. Ayer, al llegar a Logroño, me di cuenta, al preguntar a unas cuantas personas por el albergue. ¡No sabían donde estaba! ¡Cómo era posible! ¡Cómo podía alguien no saber dónde estaba el albergue de peregrinos! Pero...¿existe otro mundo que no sea el Camino de Santiago? Y, claro, como siempre, existe. No todo el mundo se levanta a las cinco de la mañana, hay normalidad en que los bares no abran a las cinco y media para ofrecer desayunos a los peregrinos, es normal que los precios de los menús no diferencien entre peregrinos y no peregrinos (cosa que nuestro Madrid hace con los peregrinos papales) y, realmente, hay gente que sigue otros horarios, que sueña otros sueños, que vive otras vidas. Tras siete días de marcha, la gran familia santiaguera, la gran burbuja, el estado de las cosas de los que vamos hacia Santiago, te ha absorbido hasta ese punto. Es hora de dejarse llevar en el mismo grado que es necesario mantener los ojos abiertos. Porque caer en los mismos comportamientos que al otro lado del mundo que anda es como no moverse de sí mismo. Por esos lares discurrían mis pensamientos junto al río de la mañana protegido por los árboles en este espacio lindo que te va sacando de Logroño. 13 kilómetros de capricho, una casa rural de capricho para hoy, en vez de albergue. Un menú de capricho con verduras y pescado y mucho descanso. Porque no todo en esta vida es, ni siquiera, caminar.

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